Llega la Navidad y, con ella, un momento que a veces se convierte en un exceso de paquetes, plástico y juguetes que terminan olvidados en un cajón al cabo de pocos días. El ritmo de consumo y la abundancia típica de estas fechas pueden generar sobreestimulación, frustración o dificultad para valorar lo que se recibe en los niños y niñas. Investigaciones muestran que un entorno con un número excesivo de juguetes puede reducir la calidad del juego infantil, fragmentar la atención y limitar la creatividad (Dauch, Imwalle, Ocasio & Metz, 2018).
Por ello, es fundamental que, al elegir regalos, se considere su potencial para favorecer el desarrollo cognitivo, emocional y social del niño/a, así como la oportunidad de generar momentos compartidos en familia que refuercen la conexión, curiosidad y la regulación emocional sin renunciar a la diversión.
Te proponemos regalos significativos por edades que ayudan a potenciar su desarrollo
0-1 AÑO: ESTIMULACIÓN SENSORIAL Y MOTRICIDAD GRUESA
Esta etapa se caracteriza por una rápida adquisición de habilidades motoras básicas y por una alta plasticidad sensorial. Un entorno con variedad de estímulos sensoriales y juguetes que promueven el movimiento está vinculado a un mejor desarrollo motor y a mejores habilidades de procesamiento sensorial.
Juegos sugeridos:
- Móviles visuales con contrastes.
- Alfombras de estimulación / gimnasio sensorial.
- Doudous y telas suaves.
- Pelotas de diferentes texturas.
- Juegos de causa y efecto, introducción sensorial: sonajeros, palos de lluvia, panderetas suaves, marcas, cajitas musicales, tamborcitos simples, juegos de martillos…
- Juegos de construcción: construir torres sencillas, bloques, rompecabezas…
- Cuentos con imágenes, sonidos, texturas, pop-up: El cuento ayuda a fomentar la imaginación, el vínculo, la comunicación verbal y no verbal, la escucha y la atención. Puede ayudarnos a transmitir valores educativos y a entender el mundo que nos rodea. En esta etapa, mejor cuentos con texturas, sonidos, canciones…
Por qué pueden ser beneficiosos: Ofrecen estímulos visuales, táctiles y auditivos que favorecen la coordinación ojo‑mano, la exploración del cuerpo, la motricidad gruesa, gatear, girar, y una base sensorial coherente durante una fase de neuroplasticidad intensa.
DE 1 A 2 AÑOS: AUTONOMÍA, MOTRICIDAD FINA Y PRIMERA MANIPULACIÓN
Entre el primer y el segundo año los niños comienzan a caminar, mejorar su coordinación y explorar de forma más activa el entorno. Aumenta el interés por manipular objetos, encajar, abrir y cerrar, tirar y recoger. También aparece el inicio del juego funcional (usar los objetos según su función) y las primeras imitaciones.
Juegos sugeridos:
- Encajar anillas en un soporte vertical.
- Construcciones simples con bloques medianos (apilar, derribar).
- Juegos de arrastre (carros, animales con cuerda).
- Cubos de encajar formas, tapas para abrir y cerrar.
- Primer juego simbólico: dar de comer a un muñeco, meter/sacar objetos, imitar acciones cotidianas.
- Cuentos breves con imágenes reales, sonidos, solapas resistentes y texturas.
Por qué pueden ser beneficiosos: Favorecen la motricidad fina, la coordinación ojo-mano, la comprensión de relaciones causa-efecto, la exploración activa y las primeras habilidades de autonomía (transportar objetos, recoger, imitar rutinas). El juego simbólico inicial sienta las bases del lenguaje y la comprensión social.
2–3 AÑOS: EXPLORACIÓN, MOTRICIDAD FINA Y JUEGO SIMBÓLICO
Entre los 2 y 3 años se desarrollan habilidades más refinadas: manipulación de objetos con destreza, juego simbólico y exploración del entorno con curiosidad. Jugar con materiales manipulables, plastilina o piezas para encajar mejoran la motricidad fina y fomentan la creatividad y el juego simbólico (Roseli, Ghazali, Sharim, Che Ani & Abdullah, 2023).
El juego simbólico evoluciona: pasan de imitaciones simples a representaciones más elaboradas. Empiezan a alimentar muñecos, recrear escenas cotidianas, conducir coches imaginarios, usar objetos como sustitutos de otros (por ejemplo, un palo como si fuera una cuchara) y a construir pequeñas historias.
Juegos sugeridos:
- Puzles sencillos, encajables, torres.
- Plastilina, arena cinética, materiales para llenar y vaciar.
- Juego simbólico más elaborado: cocinitas, muñecos, accesorios, disfraces simples.
- Juegos de mesa: algunas marcas como Haba, Goula o Smart Games tienen oferta para estas edades.
Por qué pueden ser beneficiosos: Favorecen el desarrollo del pensamiento simbólico, la coordinación motriz fina, la regulación emocional, el lenguaje y la creatividad. Además, facilitan el juego compartido, lo que potencia la interacción, la comunicación y el vínculo emocional.
3–4 AÑOS: JUEGO SIMBÓLICO COMPLEJO, LENGUAJE Y PRIMER JUEGO SOCIAL
Entre los 3 y 4 años el juego simbólico se vuelve más elaborado: crean escenas, asignan roles y representan situaciones cotidianas con mayor organización. El lenguaje se expande, lo que permite explicar acciones, mantener diálogos en el juego y seguir normas simples. También aparece un aumento del juego social: empiezan a jugar con otros y no solo en paralelo.
Juegos sugeridos:
- Construcciones más complejas: casas, puentes, vías de tren, garajes…
- Puzzles de 12-24 piezas.
- Juego simbólico rico: cocinitas (hacen “la comida”, “ponen la mesa”, “sirven”, “recogen”. Crean mini-historias: “soy el cocinero y tú el cliente”), médicos, herramientas, disfraces, muñecos con accesorios (Añaden roles, secuencias y diálogos. Mantienen la escena durante más tiempo).
- Materiales manipulativos: plastilina, arena cinética, pegatinas, pintura con pincel.
- Primeros juegos sociales y de normas sencillas: pesca magnética, memory básico, juegos cooperativos simples ( algunas marcas Haba, Smart Games, o Goula disponen de juegos para estas edades).
Por qué pueden ser beneficiosos: Favorecen la consolidación del juego simbólico complejo, el desarrollo del lenguaje expresivo, la capacidad de planificar y resolver pequeñas situaciones, así como la motricidad fina relacionada con construcciones y materiales creativos. Además, potencian el juego social y cooperativo, facilitando la comunicación, la empatía inicial y el aprendizaje de normas sencillas dentro de la interacción con otros niños.
4–6 AÑOS: CREATIVIDAD, IMAGINACIÓN Y CONSTRUCCIÓN
En esta etapa preescolar, la imaginación y la creatividad se desarrollan muy rápido. Jugar con bloques, materiales de construcción o materiales que puedan usarse de varias formas permite crear, experimentar y resolver problemas. Este tipo de juego fomenta la creatividad, el pensamiento flexible y la autorregulación, así como habilidades sociales básicas.
Juegos sugeridos:
- Material artístico: pinturas, acuarelas, adhesivos, plastilina.
- Piezas de construcción (Lego, Kapla, bloques magnéticos).
- Disfraces y elementos de teatro.
- Manualidades sencillas.
- Cuentos y libros cortos.
- Juegos de cartas infantiles (Uno Junior, Dobble Kids).
Por qué pueden ser beneficiosos: Estimulan la creatividad, la motricidad fina, la imaginación, el pensamiento simbólico y la comprensión de normas y turnos sociales — habilidades fundamentales para el desarrollo emocional y social.
6–8 AÑOS: HABILIDADES SOCIALES, LÓGICA Y PRIMERA ESTRATEGIA
Entre los 6 y 8 años, los niños ya comprenden reglas más complejas y disfrutan de juegos que requieren memoria, atención y pequeñas estrategias. Aumenta el gusto por construir, leer y participar en juegos compartidos donde la cooperación y la competición se equilibran.
Juegos sugeridos:
- Juegos de mesa familiares: Quién es quién, Laberinto Mágico, Pictureka.
- Juegos de cartas sencillos con estrategia: Virus, Uno clásico, Sushi Go! Junior.
- Construcciones más complejas (Lego temáticos, mecánica básica).
- Libros de primeras lecturas y capítulos cortos.
- Kits de ciencia sencilla o experimentos básicos.
Por qué pueden ser beneficiosos: Fomentan el razonamiento lógico, la comprensión de reglas, la cooperación, la memoria y la resolución de problemas, además de promover el juego social y la comunicación.
8–10 AÑOS: CURIOSIDAD, PENSAMIENTO LÓGICO Y TRABAJO COOPERATIVO
En esta etapa se consolidan el pensamiento lógico, la planificación y la capacidad para seguir normas más extensas. Disfrutan del trabajo cooperativo, los desafíos intelectuales y actividades que requieran concentración y creatividad estructurada.
Juegos sugeridos:
- Juegos de mesa de estrategia moderada: Carcassonne Junior, Kingdomino, Dixit.
- Juegos de cartas estratégicos: Sushi Go!, Virus Evolution, Timeline.
- Kits de ciencia: circuitos eléctricos, robótica básica, experimentos avanzados.
- Libros adaptados a su edad, cómics y novelas cortas.
- Construcciones de complejidad media (Lego Technic inicial, mecano sencillo).
- Juegos de lógica y pensamiento computacional (Thinkfun, Smartgames).
Por qué pueden ser beneficiosos: Desarrollan la planificación, el pensamiento lógico, la creatividad, la atención sostenida y la capacidad de cooperar, promoviendo un desarrollo cognitivo y social más maduro.
10–12 AÑOS: PENSAMIENTO ABSTRACTO, AUTONOMÍA Y RETOS COMPLEJOS
Al final de la etapa primaria aparecen habilidades cognitivas superiores: razonamiento abstracto, pensamiento crítico, autonomía en la resolución de problemas y capacidad para diseñar proyectos propios. Les motivan los desafíos, la experimentación y los juegos con reglas profundas.
Juegos sugeridos:
- Juegos de estrategia más avanzada: Catan Junior, Aventureros al tren, Azul.
- Juegos de cartas complejos: Exploding Kittens, Saboteur, Mantis.
- Kits de ciencia y tecnología: robótica educativa, impresión 3D básica, circuitos avanzados.
- Lecturas más extensas: novelas juveniles, sagas, libros divulgativos.
- Construcciones avanzadas (Lego Technic, Lego Architecture, modelos mecánicos).
Por qué pueden ser beneficiosos: Fortalecen el pensamiento crítico, la planificación compleja, la perseverancia, la creatividad aplicada y la autonomía en el aprendizaje, acompañando la transición hacia un razonamiento más abstracto y maduro.
¿Y qué pasa con los videojuegos?
Los videojuegos pueden ser herramientas educativas si se utilizan de forma adecuada. Las recomendaciones son: Priorizar juegos cooperativos y de estrategia, elegir videojuegos tipo “brain training” que entrenan memoria, atención y resolución de problemas, siempre que sea posible jugar en familia, evitar videojuegos centrados solo en recompensas rápidas o dinámicas agresivas.
Conclusión
El valor real de un juguete o regalo no radica solo en su característica física, sino en el contexto que genera (espacio y tiempo compartido). Por ello, regalos que faciliten la exploración, la creatividad, el juego compartido o experiencias en familia pueden tener un impacto especialmente beneficioso.
Los regalos de Navidad pueden ser una oportunidad para aprender, explorar y conectar. No hace falta llenar la casa de juguetes: basta con elegir objetos o actividades que tengan sentido, que acompañen el desarrollo y que generen momentos de calidad en familia.
Elegir con conciencia es, probablemente, el mejor regalo que podemos hacerles a los niños y niñas… y también a nosotras mismas.
Bibliografia
Dauch, C., Imwalle, M., Ocasio, B., & Metz, A. E. (2018). The influence of the number of toys in the environment on toddlers’ play. Infant Behavior and Development, 50, 78–87. https://doi.org/10.1016/j.infbeh.2017.11.005
Gray, P. (2013). Free to learn: Why unleashing the instinct to play will make our children happier, more self-reliant, and better students for life. Basic Books.
Lillard, A. S., Pinkham, A. M., & Smith, E. D. (2022). The impact of pretend play on children’s development: A review of the evidence. Psychological Bulletin, 148(2), 99–123. https://doi.org/10.1037/bul0000327
Roseli, N. E. binti, Mohd Ghazali, N. H. binti, Sharim, M. A. bin, Che Ani, S. B., & Bte Abdullah, N. A. (2023). Effect of toddler play on fine motor skills for 2-3 years old children at Taska Kemas PPAK Batu Anam. International Journal of Academic Research in Progressive Education and Development, 12(3), 410–422. https://doi.org/10.6007/IJARPED/v12-i3/17847