La asertividad: características, tipos y cómo ser una persona más asertiva

¿Cómo ser una persona más asertiva? Descubre todos nuestros tips para potenciar la asertividad.
Sílvia Duran
Sílvia Duran

Doctora en Psicología y Psicóloga Sanitaria

¿Qué es la asertividad?

La asertividad es una habilidad comunicativa mediante la cual somos capaces de expresar nuestras emociones libremente, sin alterarnos, defender nuestros derechos, gustos, intereses, etc. Y hacerlo sin herir a los demás, sin permitir que traspasen nuestros límites, de manera directa, sencilla y adecuada, sin temor ni culpabilidad. 


Ser una persona asertiva implica tener una relación sana con unx mismx y con las personas que te rodean. Las personas más asertivas se sienten seguras de sí mismas, tienen un equilibrio natural que les permite socializarse fluida y sanamente ya que desarrollan actitudes efectivas de comunicación interpersonal que les permiten empatizar con sí mismas y con los demás. 

Áreas principales de la asertividad

· La autoafirmación: defender nuestros derechos, expresar nuestros sentimientos, verbalizar nuestras opiniones libremente…

· Expresión de sentimientos negativos: consiste en manifestar nuestros desacuerdos o desagrados sin culpabilizar ni herir a las personas afectadas. Es importante saber gestionar las críticas que se emiten y también que se reciben. 

· Expresión de sentimientos positivos: comunicar el afecto hacia los demás, lo que nos agrada de ellxs y de su trato hacia nosotrxs.

Tipos de expresión y comunicación

· Estilo agresivo: la persona no es capaz de respetar ideas y/o actuaciones de los demás, no existe la empatía y no tiene en cuenta los sentimientos, emociones y opiniones del otro. 

· Estilo pasivo: la persona no es capaz de defender sus intereses, es decir, permiten que otras personas decidan por ella y, por consiguiente, no expresa sus verdaderos sentimientos y no verbaliza sus acuerdos o desacuerdos. 

· Estilo pasivo agresivo: personas con poca ambición personal puesto que no se pone a sí misma ni a la otra persona implicada en primer plano. Eso conlleva que se exprese de una manera confusa. Es decir, la expresión de sentimientos negativos se expone de forma indirecta en lugar de abordarlos directamente. Existe una gran desconexión entre lo que se dice y lo que se hace y, por esa razón, no hay una “lógica” clara en su expresividad. 

· Estilo asertivo: nuestros puntos de vista e intereses son igual de importantes que los de la otra persona, las dos partes se respetan tanto a ellas mismas como a la otra y ambas quedan satisfechas con su comunicación y comportamiento. 

¿Cómo ser una persona más asertiva?

Al ser una habilidad comunicativa, la asertividad también se aprende y se puede potenciar. Para ello, es importante y necesario darnos cuenta de los errores que cometemos en nuestra manera de comunicarnos y en nuestras relaciones con los otros. El aprendizaje de la asertividad implica poner en práctica de una manera distinta nuestra interacción con los demás, tanto a nivel verbal, como gestual. 

La comunicación asertiva facilita y motiva una relación más saludable y honesta con los demás. Además, propicia una estabilidad emocional para nosotrxs mismxs puesto que nos ayuda a expresarnos libremente y eso hace que nos sintamos tranquilxs y segurxs. Trabajar en la asertividad ayuda a ser una persona más tolerante y comprensiva desde la reflexión y valoración positiva de nosotrxs mismxs y de los que nos rodean.

· Fijarse pequeñas metas: podemos empezar planteando pequeños objetivos como manifestar nuestra opinión sincera a familiares, amigos, seres queridos… A medida que nos sintamos más cómodxs en esas situaciones, podemos ir intensificando la dificultad. 

· Reemplazar sentimientos negativos: cuando nos negamos frente a peticiones de otras personas, nos sentimos mal y nos tratamos y juzgamos de manera negativa. Por esa razón, es importante saber poner límites y priorizar nuestros deseos y necesidades frente a otrxs. Tenemos que tener claro que negarse a algunas peticiones que nos haga nuestro entorno no nos convierte en personas egoístas ni desconsideradas.  

· Entender que las personas que nos rodean no saben cuáles son nuestras necesidades si no las expresamos y verbalizamos. Caemos en el error de pensar que si nos conocen y nos quieren, esto o aquello no deberían haberlo hecho o, simplemente, deberían saber lo que necesitamos en un momento determinado. Nadie es capaz de leer la mente del otro, por eso es importante exponer nuestros sentimientos. 

· Expresar tu opinión, tus necesidades y tus emociones: como hemos visto en el punto anterior, de esta manera es a través de la cual los demás saben lo que nos ocurre. 

· Hay que tener en cuenta que una de las bases de la asertividad es la comunicación. Es importante ser capaces de expresar nuestras emociones, exponer lo que queremos conseguir, qué pensamos o qué necesitamos. Para ejemplificar, un caso muy común y que a todxs seguramente nos ha pasado alguna vez: alguien nos ha preguntado qué nos pasaba y hemos contestado “nada”. En lugar de eso, podemos decir: ahora prefiero no hablarlo, no he obtenido lo que esperaba, estoy enfadada, prefiero estar primero un rato a solas, lo hablamos en un rato… 

· Evita largos discursos e intentar ser clarx, breve y directx: es importante tener claro lo que quieres transmitirle a los demás puesto que de otra manera es fácil caer en discursos largos y tediosos en los que el interlocutor pierde el hilo de la conversación. 

· Habla desde el “yo”: estamos acostumbradxs a hablar desde el “tú” y, sin embargo, para una comunicación asertiva es vital poner el foco en unx mismx y no en el otro. Por ejemplo, no es lo mismo expresar “me estás agobiando” que “a veces me siento agobiado porque siento que me falta un poco de espacio para mí”. 

· El lenguaje no verbal es tan importante como lo que verbalizamos. Una postura relajada, expresión facial neutra, mirar a los ojos de la persona con la que hablamos, mantener un tono de voz tranquilo, son algunas de las técnicas que ayudan a la comunicación asertiva. 

· Evitar juicios de valor: hacer valoraciones negativas y poco constructivas de otras personas debilita la asertividad puesto que la otra persona puede recibir el mensaje de forma desagradable.

· Delante de determinadas situaciones y emociones, es importante no desbordarse emocionalmente ya que, eso conlleva a perder el control sobre lo que decimos. 

Ser una persona asertiva es algo que se puede aprender en cualquier etapa de la vida. Si sientes que tienes dificultades para comunicarte y deseas potenciar tu asertividad, no dudes en contar con nosotrxs. Estamos aquí para ayudarte. 

Bibliografía y documentos relacionados

González, L. G., & Kasparane, A. G. (2009). Asertividad: un análisis teórico-empírico. Enseñanza e investigación en psicología, 14(2), 403-425.

Castanyer, Olga (1996). La asertividad: expresión de una sana autoestima. Ver aquí

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Soy Silvia Duran, psicóloga desde hace más de 10 años, y estoy especializada en ayudar a mis pacientes a solventar problemas.
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