El apego y tipos de apego

El apego es la forma concreta en la que las personas tendemos a interactuar con otras. Por esa razón, se distinguen distintas clases apego según el comportamiento que se adopta. ¡Descubre más!
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Sílvia Duran

Doctora en Psicología y Psicóloga Sanitaria

Todxs llegamos al mundo sumergidos en la más absoluta vulnerabilidad, necesitamos un periodo de tiempo para desarrollar una pequeña autonomía que nos permita no depender de otrxs para sobrevivir. Es por eso por lo que se forjan necesarios vínculos de apego con nuestro entorno. 

Estas figuras de apego no solo garantizan los recursos necesarios para sobrevivir, sino también los fundamentales para vivir, puesto que son la primera fuente de amor y comprensión en la que se depositan expectativas y anhelos. 

Por esa razón, las experiencias de nuestra infancia, sobre todo las que compartimos con nuestros padres y/u otras figuras de relevancia, influyen en la manera de gestionar nuestras emociones y de relacionarnos con los demás en la vida adulta. 

El apego como término en sí, se definiría como la forma concreta en la que las personas tendemos a interactuar con otras. Es decir, en cómo establecemos ese “hilo” vinculante entre nosotrxs mismxs y las personas más relevantes de nuestra vida, incluyendo nuestros sentimientos, emociones, intimidad y compromiso sobre los que se establecen los lazos de una relación personal. 

Tipos de apego

Según las conductas y sentimientos que se desarrollan en los vínculos afectivos, se establecen cuatro tipos de apego. Por ello y para clarificar cada tipo, a continuación se presenta una breve explicación característica de cada uno de ellos.

Apego seguro 1

· Apego seguro

Lxs niñxs con apego seguro sienten a sus padres/madres como figuras confiables, a las que pueden recurrir en el supuesto caso de que experimenten una situación de peligro. Sienten la incondicionalidad y la certeza de que sus progenitores no van a fallarle. 

Este tipo de apego es el más sano, ya que el progenitor se preocupa y dedica a establecer una comunicación y contacto con el/la niñx. No supone ningún tipo de esfuerzo la unión íntima entre personas y no provoca sentimientos de rechazo ni abandono. 

Por esa razón, cuando se entra en la edad adulta, la persona es capaz de vivir independiente, sin tener que prescindir de sus relaciones y vínculos afectivos. Se experimenta una sensación general en las relaciones con otros, basando sus lazos en la honestidad y la confianza. 

· Apego ansioso

Lxs niñxs con este tipo de apego no sienten la seguridad de disponer de la ayuda de sus progenitores en caso de necesitarla. Esta ambivalencia genera angustia y, debido a la inconstancia en los cuidadores, crece con una sensación de incertidumbre e inseguridad que propician que su entorno se vea condicionado por el miedo. 

Normalmente, estxs niñxs tienen tendencia a presentar miedo y angustia ante las separaciones y/o dificultad para tranquilizarse cuando el/la progenitor/a reaparece. La manera de explorar el medio ambiente es poco relajada y siempre sintiendo el temor de alejarse de la figura de apego, necesitan constantemente la aprobación de personas externas. 

En la edad adulta, las personas con este tipo de apego viven las emociones de forma muy intensa y puede llegar a evitar sus emociones ya que consideran que no podrán gestionar su intensidad y viven entre la ambivalencia de la proximidad y el rechazo, puesto que las dos vertientes les generan malestar. El miedo al abandono es muy recurrente. 

· Apego evitativo

Lxs niñxs con apego evitativo desarrollan una autosuficiencia compulsiva y un distanciamiento emocional respecto a los progenitores ya que no les proporcionan suficiente seguridad. Normalmente, perciben que todo intento por buscar el bienestar que les pueden proporcionar sus cuidadores concluirá en una situación de desprecio, ausencia de protección y seguridad, acompañada de una sensación de indefensión. 

Por esa razón, desarrollan unas conductas independientes sin necesidad de la contribución de los demás. Esto puede llegar a confundirse con la seguridad, pero en realidad, les provoca un gran sufrimiento ya que crecen sintiéndose poco valoradxs y teniendo conflictos de intimidad con los demás. 

En la edad adulta, este tipo de apego se caracteriza por la búsqueda deliberada de soledad y la incomodidad en las relaciones. La independencia alcanza una importancia vital en la que se esconde un gran temor a establecer vínculos afectivos cercanos. 

· Apego desorganizado

El apego desorganizado es una mezcla entre el ansioso y el evitativo y se desarrolla a causa de vivir diversas situaciones amenazantes por parte de lxs progenitorxs. Se producen comportamientos y actitudes contradictorias e inadecuadas ya que no confían en sus cuidadorxs. 

Este apego genera huellas profundas en la personalidad puesto que crecen en sensación de inseguridad, impulsividad y en la mala gestión emocional. 

¿Cuál es el valor de un apego seguro?

Como se ha mencionado anteriormente, la calidad del apego que lxs niñxs reciban determinará el modelo mental de las personas adultas, tanto en su gestión emocional, sus miedos y/o sus relaciones con los demás. 

Es por ello por lo que es de suma relevancia prestar atención a los primeros años de vida en los que establecer vínculos fuertes dentro de relaciones seguras en las que puedan sentirse cuidadxs, protegidxs y amadxs. Así, podrán desencadenar sentimientos de seguridad, confianza, alegría y bienestar con ellxs mismxs y los demás. 

No obstante, cabe destacar que todo tipo de apego se puede modificar y mejorar en la edad adulta para crear nuevos vínculos basados en relaciones sanas de amistad, laborales, de pareja…

El tratamiento psicológico ante los conflictos con los apegos supone tener en cuenta gran variedad de aspectos como la personalidad, la biografía familiar, el desarrollo emocional, etc. Para abordar las dificultades con los apegos, no es necesario tener una edad determinada ni estar inmerso en la edad adulta. Según cada una de las etapas, se puede gestionar con una buena comunicación y trabajando los sentimientos y emociones en las relaciones entre padres, madres e hijxs. 

Si consideras que necesitas una guía en cualquier duda que te haya surgido, no dudes en ponerte en contacto con nosotrxs. Estaremos encantadxs de ayudarte. 

Bibliografía y documentos relacionados

Lavine, A. & Heller, R. (2011). Maneras de amar: la nueva ciencia del apego adulto y cómo puede ayudarte a encontrar el amor… y conservarlo. Barcelona: Urano. Ver  aquí.

¡Hola!

Soy Silvia Duran, psicóloga desde hace más de 10 años, y estoy especializada en ayudar a mis pacientes a solventar problemas.
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