Nutrición, ejercicio físico y psicología. ¿Están unidos? – Parte 1

Se podría decir que existe una relación intrínseca entre los tres campos ya que, la psicología, la nutrición y el deporte, se han consolidado como una triada imprescindible. ¡Descubre más!
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Sílvia Duran

Doctora en Psicología y Psicóloga Sanitaria

A primera vista, podríamos decir que estas tres temáticas como son la nutrición, el deporte y la psicología no tienen ningún vínculo aparente. De hecho, desde hace dos décadas aproximadamente, los deportistas consideraban que el entrenamiento físico era la única variable para alcanzar un rendimiento deportivo pleno y estable. No obstante, esta teoría se fue derrumbando cuando las disciplinas de la psicología y la nutrición, desde sus respectivos ámbitos, contribuyeron a mejorar ese mismo rendimiento. 

Se podría decir que existe una relación intrínseca entre los tres campos ya que, la psicología, la nutrición y el deporte, se han consolidado como una triada imprescindible. No solo hablamos de los atletas profesionales, es óptimo para todas las personas. 

DEPORTE Y PSICOLOGÍA

Vivimos un momento en el que, como sociedad, empezamos a adquirir consciencia de la gran importancia que tienen los hábitos saludables en nuestra calidad de vida. Poco a poco, se populariza el ejercicio físico regular (sea de la variedad que sea) y se pone en valor la alimentación sana y natural. Sin embargo, muchas veces no reparamos en la trascendencia real que tiene cuidarse por fuera, para sentirse mejor por dentro. 

Es evidente que la mente influye en la salud del cuerpo y viceversa. Por esa razón, cuando nos encontramos, sobre todo, gestionando procesos arduos o simplemente, necesitamos desconectar, el ejercicio físico siempre es una de las mejores opciones.

Beneficios del ejercicio físico en psicología:

  •  Reduce el estrés, aumenta el optimismo y la euforia.
  • Aumenta la flexibilidad cognitiva.
  • Mejora la autorregulación puesto que reduce la intensidad de las emociones.
  • Disminuye la fatiga ya que nos encontramos más energéticos y descansamos mejor.
  • Mejora el concepto que tenemos de nosotrxs mismxs y mejora nuestra autoestima.

Para corroborar y profundizar en esta información hemos hablado con Mónica Estivill directora y propietaria del Centro de Entrenamiento Personal Mònica Estivill, situado en la Avenida la Salle de Reus. Mònica hace 5 años que abrió el centro y trabaja conjuntamente con Carlos, Pau y Adrià, tres entrenadores que colaboran con ella titulados en INEF.

¿Cuáles son los efectos reales que tienen en nuestra salud mental el ejercicio físico regular y la alimentación saludable? No te pierdas la siguiente entrevista:

¿Mónica, de qué maneras nos puede beneficiar el ejercicio físico a nivel mental? ¿Por qué?

Como muy bien sabemos, el ejercicio físico nos aporta una gran cantidad de beneficios a nivel físico y son los que la mayoría de la población conoce, cómo perder peso, mejorar el % de masa muscular, reducir el % de grasa corporal, etc.

Pero aparte de todos los beneficios físicos también existen los beneficios en nivel mental si realizamos una buena dosis de ejercicio físico en nuestra vida diaria.

  • El primero de los beneficios mentales a destacar sería el desarrollo de la capacidad mental (memoria, atención, razonamiento…). Hay multitud de estudios que demuestran que la práctica de ejercicio físico de manera regular provoca la producción de nuevas neuronas y como consecuencia la mejora de los aspectos anteriormente mencionados.
  • Mejora nuestro estado de ánimo puesto que realizar ejercicio físico libera endorfinas que son las que provocan que tengamos un estado de ánimo positivo.
  • Mejora la calidad del sueño. El ejercicio físico se ha declarado como el remedio natural número 1 para no tener insomnio. Realizarlo de manera habitual te ayudará a descansar mejor.
  • Por último destacaría la mejorar de la autoestima, al realizar ejercicio físico estamos enviando indirectamente a nuestro cerebro que somos capaces de superar muchas situaciones desafiantes para nosotros mismos y esto nos reconforta como personas. Estos serían los beneficios a nivel mental más importantes que creo que nuestro cuerpo se ve más beneficiado cuando ha de realizar ejercicio físico.

¿El ejercicio físico nos puede hacer más felices?

Esta pregunta está muy relacionada con la anterior y la respuesta es claramente un SÍ rotundo. El ejercicio físico aparte de mejorar la condición física, aumentar la autoestima, prevenir el deterioro cognitivo, facilitar la concentración, mejorar la calidad del sueño y un infinito de beneficios más, nuestro organismo cuando realizamos ejercicio físico libera/genera una gran cantidad de hormonas que son las responsables a que nos den esta sensación de bienestar y de felicidad. Las hormonas más importantes que provocan esta sensación son la endorfina, la serotonina, la dopamina y la oxitocina.

¿Consideras que aprender a tener un estilo de vida activo es difícil?

Cómo en todo en esta vida el contexto personal de cada persona es muy importante. Si una persona ha realizado algún deporte o ejercicio físico toda su juventud y ha tenido que parar por diferentes razones, volver a tener esta rutina de realizar ejercicio le será más fácil que una persona que no ha realizado nunca ningún tipo de deporte o ejercicio físico. Desde mi punto de vista, creo que el esfuerzo y la constancia son dos pilares básicos para poder mantener un estilo de vida activo y no caer en el sedentarismo y en el no hacer nada. Tenemos que intentar buscar siempre aquella motivación para poder realizar algún tipo de ejercicio físico y cuanto más diverso sea mejor (partidos de pádel, excursiones por la montaña, correr por la playa, nadar ,etc.). Por lo tanto, para concluir este punto y decir si es o no difícil tener un estilo de vida activo no hay una respuesta rotunda pero como he dicho anteriormente, con esfuerzo y constancia se puede llegar a conseguir.

¿Qué recomendarías para ser constante en el ejercicio físico?

Una de las claves principales creo que sé que cada cual encuentre su espacio o centro de referencia donde esté a gusto y cómodo. Una vez hemos encontrado esto es necesario encontrar nuestro momento óptimo para entrenar, es decir, aquel momento en el que sabemos que nos será más fácil no fallar, donde tenemos más energía o bien encontrar alguien que nos acompañe, como por ejemplo un amigo o pareja. Cuanto menos hayamos de pensar si ir o no a entrenar, será más fácil ser constante con el entrenamiento hasta que lo convirtamos en nuestro estilo de vida. Hablando a nivel de entrenamiento, es importante empezar de forma progresiva y no querer entrenar de golpe todos los días de la semana porque esto provocará un estrés innecesario que hará que lo queramos dejar. Entrenar 2 o 3 días a la semana es más que suficiente para mejorar nuestra salud y nuestra composición corporal en general, sabiendo esto, nos será más fácil encontrar 2 o 3 horas a la semana para dedicarlas al entrenamiento.

Es importante entender y normalizar que el día a día de cada persona se diferente y que por lo tanto puede haber alguna semana donde nos sea realmente difícil entrenar y buscar este tiempo, pero si entendemos el entrenamiento físico como un estilo de vida conseguiremos ser flexibles y pasados estos días complicados volveremos a la actividad física sin el típico remordimiento de pensar que ya no merece la pena seguir. En definitiva, como vemos se trata de hacer del ejercicio una rutina más de nuestro día que a buen seguro puede conseguir incorporar todo el mundo adaptándola en su vida.

¿Crees que la población, en general, conoce todas las ventajas de una vida activa?

Todo el mundo sabe o ha sentido que el entrenamiento y llevar una vida activa es muy positivo, pero en cambio los beneficios reales creo que no se conocen de forma profunda en nuestra sociedad. 

Si realmente se conocieran habría muchísima más gente haciendo ejercicio. Para empezar a entender esto es importante hacer la diferenciación entre ejercicio físico y actividad física. Entendemos el ejercicio físico como aquel programa de entrenamiento pautado por un profesional y en el que el objetivo será la mejora de las condiciones físicas de la persona y de la salud en general. En cambio cuando hablamos de actividad física estamos hablando del movimiento en general que una persona hace al final de su día como puede ser ir a comprar, ir andando al trabajo, etc. Por lo tanto entendemos la actividad física como actividad física no programada y sin un objetivo concreto, esto no saca que sea muy importante para una sociedad sedentaria como nuestra incentivar a las personas a aumentarla cómo, por ejemplo, la recomendación de las 10.000 diarias. Por la otra banda el ejercicio físico, es decir, aquel ejercicio programado y dónde trabajamos todas las capacidades físicas de forma programada, tendría que ser imprescindible para todo el mundo y destacando la importancia del trabajo de fuerza en todas las edades para mejorar diferentes parámetros de salud.

Intentar sintetizar los beneficios del entrenamiento de fuerza sería muy extenso, así que explicaré con un ejemplo su importancia para la gente mayor. Podemos decir que a partir de los 30 años nuestra masa muscular se va perdiendo, en edades avanzadas esta pérdida de masa muscular recibe el nombre de sarcopenia y esta falta de masa muscular lleva asociada la pérdida de fuerza muscular no causada por una enfermedad neurológica o muscular sino que simplemente se produce por el hecho de hacerse grande. El trabajo de la fuerza muscular en esta edad puede significar la diferencia entre seguir andando o no poderse levantar, de poder frenar con la fuerza de las piernas una caída o ir al suelo, etc.

Es decir, la fuerza es un componente clave en la funcionalidad de la persona, a pesar de que existen muchos más beneficios como pueden ser la mejora de la densidad mineral de los huesos, regular funciones hormonales desajustadas o prevenir problemas cardíacos.

¿Qué les aconsejarías a quienes se estén planteando iniciarse en la actividad física?

Les aconsejaría empezar con dos o tres días por semana con un entrenamiento dirigido por alguna persona que los pueda guiar al menos los primeros meses para realizar una buena técnica y una buena selección de ejercicios. Por lo tanto, para iniciarse no recomendaría ir a dar clases dirigidas con mucha gente, no porque no sean buenas, sino porque se necesita de una buena técnica para poder hacerlas cosa que al principio no se tiene.

Por lo tanto, recomiendo empezar a entrenar la fuerza, a mejorar y aprender los movimientos básicos del cuerpo para después poder combinar estos entrenamientos de fuerza con otras actividades deportivas que les guste, como correr, ir en bici, bailar, jugar a pádel o hacer trekking. Como conclusión, tenemos que decir que este entrenamiento de fuerza nos permitirá tener una buena capacidad física para poder hacer otras actividades de forma segura y evitar lesiones a la vez que nos servirá para mejorar nuestro metabolismo y tener una mejor forma física general.

Esperamos que os haya gustado la entrevista, y que os animéis como nos dice Mónica a probar de hacer ejercicio físico de forma regular tanto para todos los beneficios físicos como psicológicos. Vamos a explotar esta pequeña dosis de felicidad.

Muchas gracias Mónica.

No os olvidéis que la semana que viene seguiremos con este artículo pero esta vez profundizando en la parte de Nutrición.

¡Hola!

Soy Silvia Duran, psicóloga desde hace más de 10 años, y estoy especializada en ayudar a mis pacientes a solventar problemas.
  Quédate por aquí para saber más sobre cómo puede ayudarte la psicología en la relación contigo mismo.

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