Relaciones tóxicas: señales y actitudes para identificarlas y cómo salir de ellas

Descubre en qué se caracterizan las relaciones tóxicas para poder identificarlas y saber cómo salir de ellas.
Picture of Sílvia Duran
Sílvia Duran

Doctora en Psicología y Psicóloga Sanitaria

En nuestro anterior artículo sobre las relaciones tóxicas se hacía hincapié en la definición de este tipo de vínculos y los diferentes patrones existentes. 

Como comentábamos, es importante prestar atención cuando en alguna relación (no sólo las que se ciernen a la pareja, también a las amistades, familiares, laborales…) se empieza a experimentar un malestar confuso, abstracto, difuso e, incluso, indescriptible. Cuando el comportamiento de una persona cambia completamente es importante cuestionar y hacer un examen de lo que pasa. Para ello, es importante estar atentx a cualquier actitud que que nos provoque algún tipo de incomodidad y malestar, identificando perfectamente lo que puede ser una señal clara de sobrepasar los límites sanos establecidos.

Es la única manera para dar luz a esas pequeñas señales que nos pueden indicar en qué tipo de relación estamos implicadxs puesto que en la mayoría de los casos, los signos que deben alterar de que se está en una relación tóxica son indirectos, sutiles y subjetivos, lo que dificulta a la persona implicada alejarse de ese vínculo. 

En este artículo queremos centrarnos en las señales principales de una relación tóxica para así poder ser capaces de identificarlas y evitarlas.

Señales y actitudes de una relación tóxica

· Le disgusta que compartas tiempo con tus amigxs y/o familiares.
· Controla innecesariamente tus gastos personales, cuentas bancarias, facturas, etc.
· Muestra poco respeto por tu privacidad, controlando tus redes sociales o revisando tu teléfono móvil.
· No tiene en cuenta tu opinión a la hora de planificar tu vida y/u horarios.
· Exige una compensación por los favores que te pueda hacer.
· Verbaliza o da a entender que sin él/ella no serías nada ni nadie.
· Te cuestiona o reprende cuando expresas tu opinión delante de familiares y/o amigxs.
· El chantaje emocional es su manera habitual para no enfadarse.
· Se molesta en exceso cuando compartes tiempo con personas del sexo opuesto.
· Tiene conductas paternalistas y sobreprotectoras en exceso.
· Intenta influir en tu vestimenta y estilo.
· Le resta importancia y/o valor a tus virtudes.
· Minimiza los problemas que expresas verbalizando frases como “no es para tanto”, “te quejas demasiado”, etc.
· Te culpabiliza de los problemas que tiene en su vida laboral y/o personal.
· No te dirige la palabra durante días después de una discusión excepto que tú seas quién tienes que ceder ante la situación.
· Te recuerda constantemente los errores que has cometido en el pasado.
· Se molesta en exceso cuando compartes los problemas a familiares y/o amigxs, sobretodo si están relacionados con él/ella.
· Evita tratar algunos temas por temor a que reaccione negativamente.
· Te trata de malas maneras con frecuencia. Incluso te falta el respeto.
· No tiene en cuenta tu opinión para tomar decisiones que os afectan a lxs dxs o las toma sin apenas consultarte.
· Mantienes relaciones sexuales para satisfacer o para evitar discusiones.
· Hace uso del chantaje directa o indirectamente para llevar a cabo prácticas sexuales que no te agradan.
· Hace comparaciones con parejas anteriores en el plano sexual y/o personal y recrimina tu comportamiento. 

¿Por qué soy propensx a tener este tipo de relaciones?

Quizás te has sentido identificadx con alguno de los puntos anteriores. Y, es que no nos han enseñado a mantener y gestionar relaciones sanas ni nadie nos ha señalado cómo tienen que ser, así que no te preocupes, nadie es perfecto. 

Lo primero a señalar es que no tienes que sentirte solx o frustradx porque absolutamente todxs podemos tener o haber tenido sin ser conscientes algún comportamiento tóxico.

Como se ha evidenciado en diferentes investigaciones pueden existir diferentes factores por los cuales nos quedamos “enganchadxs” a este tipo de relaciones. Podríamos dividirlos entre algunos factores de tipo personal como podría ser el apego, dependiendo de las relaciones que haya mantenido con mis cuidadores puedo reproducir ciertas conductas en mis relaciones. Esto lo veremos en un posterior artículo dónde hablaremos sobre ello.

 Y factores sociales, como pueden ser:

  • La atracción: tiene un origen social, de aquí podemos extrapolar que, el amor que puede sentirse hacia una persona muestra la exteriorización de aquellos gustos y preferencias que se han interiorizado a través de la socialización.

En la televisión (y muchas veces en nuestro día a día) se ha promovido que lo violento es sexy, atractivo y divertido. En cambio, aquellas personas igualitarias y no violentas se consideran como convenientes pero poco excitantes. De aquí se crea una brecha entre las personas que se prefieren para tener relaciones afectivo-sexuales de las que se consideran como amigxs. La buena noticia es que si una parte del amor es social, podemos cambiar nuestros patrones. Muy recomendable este vídeo de Jesús Gomez sobre el tema.

  • Los estereotipos de género: socialmente en las historias amorosas del siglo XXI, dentro de los roles masculinos aparece la imagen del hombre salvador que “protege” o “ayuda” a superar una situación difícil. Quizás ya no viene en un caballo blanco pero si viene en otro formato como puede ser el chico violento pero “de buen corazón” o en un formato  más fantástico como un vampiro.

Con un hombre que “salva” se puede crear una relación de necesidad (dependencia). Pero aquí las reflexiones son varias: la primera, la necesidad real de sentirse salvada y en segundo lugar, es el salvador, un salvador no maltrata. Por lo tanto, la persona que se elige para tener la relación afectivo-sexual se “esconde” bajo una imagen de hombre salvador que no es real en la que probablemente veremos control y dominancia.

¿Cómo salir de una relación tóxica?

No es fácil alejarse de una relación tóxica, por esa razón, a continuación presentamos algunas recomendaciones  que pueden ayudarte a tomar esa decisión.

· Es importante que expreses, verbalices y compartas con familiares y/o amigxs cómo te sientes. No te refugies en el aislamiento, no estás solx y ellxs pueden acompañarte, apoyarte y guiarte en esta situación. 

· No normalices situaciones que no deben ser así. Descubre y compara tus expectativas internas de un amor sano y feliz e identifica en qué punto te encuentras. No es beneficioso normalizar ciertas conductas en una relación de pareja, es preferible disfrutar de tu soledad. 

· El amor se demuestra mediante palabras, actos y a través de la coherencia de las acciones y las actitudes hacia la otra persona. Es importante valorar cómo es tu pareja en su trato hacia ti y también hacia los demás. 

· Sé firme en tus decisiones, pensar en ti, centrarte en tu bienestar. Tienes que cuidarte mucho y, para ello, lo mejor es alejarte de una relación que te está dañando. Asumir la realidad de la infelicidad es el primer paso para salir de ella. 

· La asertividad es la clave para todos estos puntos: ser una persona asertiva implica poder reconocer dinámicas de poder y conductas agresivas que pueden desembocar en una dependencia emocional. Trabaja en ella para poder afrontar la situación (si queréis profundizar más en este concepto en el próximo artículo trabajaremos sobre ello).

Para finalizar, transmitirte que si lo crees conveniente, pide ayuda profesional. El apoyo psicológico puede ser curativo y rehabilitador en un momento como este. No estás solx, busca tu apoyo emocional para poder salir de una situación que no mereces. 

Para saber más:

Congost, S. (2017) Si duele no es amor. Zenith.  [ver en Amazon]

Gómez, J. (2004). El amor en la sociedad del riesgo: una tentativa educativa. El roure. [ver en Amazon]

Flecha, A., Puigvert, L., y Redondo, G. (2005). Socialización preventiva de la violencia de género. Feminismo/s, 6 (dic. 2005), 107-120.

Stern, R. (2018). Efecto luz de gas. Sirio. [ver en Amazon]

Relaciones tóxicas | Silvia Duran

¿Cómo superar una ruptura? | Silvia Duran

Autoestima | Silvia Duran

¡Hola!

Soy Silvia Duran, psicóloga desde hace más de 10 años, y estoy especializada en ayudar a mis pacientes a solventar problemas.
  Quédate por aquí para saber más sobre cómo puede ayudarte la psicología en la relación contigo mismo.

Síguenos en redes

Suscríbete a nuestra newsletter