La pérdida gestacional

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Sílvia Duran

Doctora en Psicología y Psicóloga Sanitaria


La pérdida gestacional o el aborto espontáneo durante el embarazo, sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad. La pérdida de un/a hijx conlleva un gran impacto en el proceso natural de la vida ya que rompe todas las estructuras biológicas que tenemos establecidas.

El dolor que se padece es uno de los fenómenos de estrés emocional más intensos que puede sentir una persona y tiene consecuencias tanto en la pareja, en el rol social y la identidad, como en los vínculos sociales. 

Estos casos son, en muchas ocasiones, ignorados, minimizados y desautorizados. Muchas personas presionan para una temprana recuperación emocional de la mujer, diciendo que no pasa nada, que ya tendrá otro y no toleran bien que el dolor se prolongue.

El duelo gestacional

El duelo es un proceso natural y universal que atraviesa diferentes fases en las que es normal sentir cosas como aturdimiento o confusión, enfado, negación y rechazo, tristeza y desesperanza

El duelo gestacional es aquel que se vive cuando se interrumpe la gestación y el bebé fallece. Dentro de la muerte gestacional, distinguimos 2 tipos de pérdidas; el aborto y la muerte fetal. Se habla de aborto cuando la pérdida del bebé se da antes de las 20 semanas de gestación  y/o cuando el peso del embrión o feto es menor de 500 gramos, y se habla de muerte fetal cuando el tiempo de gestación supera las 20 semanas y/o cuando el bebé supera los 500 gramos de peso.

Para llevar a cabo el duelo gestacional pertinente necesitamos hablar de la pérdida con el fin de construir un relato completo y coherente. Es decir, es de vital importancia posibilitar la expresión emocional, el respaldo familiar y una adecuada elaboración de la memoria del bebe fallecido. 

La respuesta de padres y madres después de tal pérdida son diversas y, a su vez, comunes en muchos casos: culpa, negación, ira, depresión, pérdida de control, sensación de enloquecimiento, escuchar el llanto del bebé, aislamiento, soledad, pensamientos suicidas, alteraciones del sueño, pérdida del apetito… Estas respuestas no suceden en ningún orden en concreto, es decir, pueden variar de una a la otra. Incluso, mientras un miembro de la pareja siente unas, el otro sufre otras. Este desajuste puede llegar a provocar conflictos en la relación de la pareja. 

Posiblemente, la pareja, ocupe la mayor parte de su tiempo en pensamientos, recuerdos y sentimientos que disminuyen su disponibilidad para otras personas cercanas. En este intenso y duro proceso de la relación, los dos miembros de la pareja necesitarán reorientarse, redefinir su identidad y solucionar emociones que pueden ser abrumadoras. 

Es importante que este proceso se cierre correctamente ya que el 20% de los padres y madres que sufren esta pérdida pueden desarrollar síntomas de estrés postraumático y depresión pre y postnatal en el siguiente embarazo. 

¿Cómo podemos ayudar? 

Lo más importante para la persona que está atravesando un duelo gestacional es que se valide su dolor, entender que sí ha sufrido una pérdida. Hay que respetar el tiempo, el duelo. Sólo la propia mujer que ha sufrido el aborto, sabrá cuando es el momento de empezar a mirar hacia adelante, mientras tanto, el resto sólo podemos decir un “lo siento”, darle un abrazo y tiempo.

Respecto al lenguaje utilizado en estos procesos, se debe evitar desviar el duelo. Para ejemplificar, afirmaciones como “seguro que pronto tendrás otro” o “ a mi amiga también le pasó y luego tuvo más hijxs”. Proyectarse en un futuro no ayuda en el presente a ese dolor emocional. El consuelo, el apoyo, se necesita aquí y ahora.

Mamás, papás, permitíos hablar del dolor, reconoceos como padres y madres. Vuestro proceso merece un absoluto respeto.  Permitíos expresar lo que sentís, o estar en silencio. Debéis tener la certeza que la forma como os estáis sintiendo es legítima y normal. Y lo más importante: debéis saber y daros el permiso para digerir la situación y poder llegar a soltarla.

No estáis solxs, si en algún momento algún miembro de la pareja y/o, incluso ambxs, sentís que el dolor interfiere demasiado en el día a día, es conveniente buscar ayuda. Estamos para ayudaros en este proceso. Si tenéis cualquier consulta, no dudéis en contactar con nosotrxs. Nos encantaría ayudarte.

¡Hola!

Soy Silvia Duran, psicóloga desde hace más de 10 años, y estoy especializada en ayudar a mis pacientes a solventar problemas.
  Quédate por aquí para saber más sobre cómo puede ayudarte la psicología en la relación contigo mismo.

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