Muchxs de vosotros cuando entráis en consulta y os acercáis por temas de estrés o ansiedad, comentáis preocupados si es normal que vuestro cabello haya cambiado.
Una de las causas más frecuentes de la caída del cabello es el estrés. Sí, ese gran enemigo de nuestra salud y bienestar físico, psicológico y emocional. El estrés es un trastorno emocional que influye de manera negativa en la salud y también afecta a la vitalidad capilar.
Uno de los signos del estrés que se manifiesta con frecuencia es la caída del cabello, que se denomina efluvio telógeno. Es una forma en la que tu organismo muestra que necesita bajar el ritmo o que te asegures un mayor bienestar emocional. El estado mental y corporal están estrechamente vinculados, y si bien un disgusto o situación nerviosa puede ocasionar alteraciones cardíacas, un cuadro de tensión provoca fragilidad, debilitamiento y escasez de brillo del cabello, y puede desencadenar una alopecia estacional emocional.
Se calcula que el ser humano pierde entre 50 y 150 cabellos al día, y en los meses de otoño la cifra puede ascender a 200. Un cuadro de estrés eleva la cantidad.
A la hora de solucionar este problema, antes de tratar cualquier alteración, deberíamos revisar cuáles son nuestros hábitos diarios y en la medida de lo posible intentar modificarlos para alcanzar el bienestar personal. Es decir, no deberíamos centrarnos tanto en el cabello en sí, sino en solucionar el origen: el estrés.
Es vital comprender el desencadenante de este estado de ansiedad.
Tipos de pérdida
· Efluvio telógeno: alteración en el ciclo del crecimiento del cabello. No solo el cabello cae, sino que deja de crecer durante 2 o 3 meses. Por lo que este tipo de caída es reversible. Es decir, el efluvio telógeno generalmente es temporal. aunque puede volverse crónico.
· Alopecia nerviosa: el cabello se cae de forma difusa en poco más de una semana. En este caso, no aparecen las típicas calvas en forma de círculo, sino que la pérdida es en todo el cuero cabelludo es más homogéneo y se asocia a la ansiedad.
También existe lo que llamamos la tricotilomanía es un trastorno compulsivo asociado a la ansiedad. En este caso, lo que hacen las personas es arrancarse mechones de cabello, morderlo o juguetear con él.
¿Qué hacer?
Algunas de las recomendaciones para cuando somos conscientes de que nuestra caída del cabello se debe al estrés, son las siguientes:
· Reflexionar sobre los cambios que sean necesarios en nuestra vida y aplicarlos para poder reducir el estrés y recuperar un buen estado de salud.
· Hacer ejercicio moderado a diario para liberar la ansiedad.
· Cuida tu alimentación.
· Presta atención a tu descanso. Dormir las horas necesarias y tener un sueño de calidad y reparador es fundamental para estar menos estresado por el día, rendir más y disfrutar de un buen estado de salud.
· Guarda tiempo libre para ti y realiza todas las actividades que te hagan desconectar de las responsabilidades y las preocupaciones.
En definitiva, es el momento de que prestes auténtica atención a tu salud. Ahora bien, si sientes que las preocupaciones son muy intensas y que no se disipan aunque busques medios de relajación, no dudes en pedir ayuda. Hay ocasiones en las que es necesario contar con un soporte externo para conseguir que esas preocupaciones e inquietudes se diluyan de manera natural. Estamos contigo.