Adicción a las redes sociales

La adicción a las redes sociales es un tema de rabiosa actualidad sobre el que todos y todas tenemos parte de responsabilidad. Descubre más sobre ello.
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Sílvia Duran

Doctora en Psicología y Psicóloga Sanitaria

¿Qué es la adicción a las redes sociales?

Con la aparición de internet, las redes sociales han sido un factor de creciente auge en nuestra sociedad. Por esa razón, la adicción a las redes sociales se clasifica como una adicción social. 

Definiríamos la adicción a las redes sociales como el uso incontrolado y continuo de espacios digitales como Instagram, Twitter o Facebook. Se considera adicción cuando una persona pierde el control de su uso y se evade del funcionamiento normal de la vida ya que al usar las redes sociales se disfruta de una gran euforia sin tener en cuenta las consecuencias negativas. 

Hoy en día, tener redes sociales y hacer uso de ellas es un comportamiento completamente aceptado socialmente y, es por esa razón, que es en la auto indagación y reflexión en la que podemos encontrar la respuesta de si sufrimos, en cierta medida, su adicción. 

¿Qué causas originan la adicción a las redes sociales?

Cada persona utiliza las redes con una finalidad distinta: por trabajo, para hacer publicidad, vender productos, ocio, contactar con amigos, etc. Está demostrado que su uso ha afectado a nuestro comportamiento y a nuestra forma de relacionarnos y valorarnos. 

Existen diferentes causas que hacen que las personas se enganchen a las redes. Algunas de ellas son:

· Dificultades personales y sentimiento de soledad: cuando alguien se siente solx, busca refugio y apoyo en las redes. Al fin y al cabo, estas plataformas generan sensaciones positivas y de evasión en las personas y, por lo tanto, no hacen frente a ese sentimiento principal. 

· Estrés y ansiedad: cuando vivimos periodos de estrés y ansiedad, las redes actúan como una protección y una huida rápida de la realidad, sentimos que estamos en un lugar seguro en el que las preocupaciones no nos afectan. Por esa razón, evitamos asumir responsabilidades y enfrentarnos a lo que sentimos.   

· Reconocimiento de los demás: ver que somos queridos y apoyados virtualmente alimenta nuestro ego y hace que nos sintamos mejor. Es una vía para tapar la falta de autoestima y las carencias emocionales que podamos tener. 

· Falta de límites: cuando sufrimos de falta de autocontrol, tenemos más probabilidades de volvernos adictos, ya que no somos capaces de ponernos límites. Además, la velocidad e inmediatez que nos proporcionan las redes en esas sensaciones positivas, nos conlleva a un uso más excesivo. 

· Sustituto de la intimidad: las pantallas nos protegen de comunicar aspectos de nosotrxs mismxs que nos hacen más vulnerables y no nos atrevemos a compartir en vivo y en directo. Es por eso que son un medio para poder manifestar nuestros sentimientos sin tener la necesidad de sentir un vínculo, compromiso y/o riesgo emocional. 

· Insatisfacción personal: con las redes podemos crear una conexión en el mundo virtual que nos permite infinitas posibilidades para crear nuestra identidad y personalidad. Cuando sentimos una insatisfacción personal con nuestra realidad, es el contexto perfecto para expresar la identidad idealizada de cómo nos gustaría ser. 

¿Cómo saber si sufro adicción a las redes sociales?

A continuación, se presentan ciertas cuestiones sobre las que deberíamos reflexionar individualmente para autoindagar cómo y cuánto nos afectan las redes. 

· ¿Pierdo el control sobre la cantidad de tiempo que querría invertir en las redes?
· ¿Siento que “estoy en otro mundo” cuando las uso?
· ¿Uso las redes cuando había decidido no consultarlas?
· ¿Siento que mis cargas y responsabilidades quedan a un lado cuando hago uso de las redes?
· ¿Después de usar las redes, siento culpa o sensación de vacío?
· ¿Siento que busco evadirme de la realidad cuando las uso?
· ¿Siento que estoy desperdiciando mi tiempo?

¿Cómo hacer un uso más consciente de las redes sociales?

Como en cualquier otra adicción, cuanto más conscientes seamos del sufrimiento que nos genera mayor será el compromiso para transformar ese patrón de comportamiento. Además de la terapia psicológica es muy importante que la persona trabaje en hacer un uso más consciente de las redes. ¿Cómo?

· Límites de consumo: la limitación temporal o total de las redes por un periodo de tiempo es fundamental para poder adquirir una perspectiva de hasta dónde ha ido la adicción. 

· Limitar las notificaciones: esos mensajes son interpretados como “tareas pendientes”. Es una llamada de atención constante para recordarnos constantemente que tenemos muchas cosas que resolver. 

· Sustituir las redes: el objetivo es crear una satisfacción personal para experimentar un bienestar con la realidad vivida. Hacer deporte, tener nuevas aficiones, conocer gente nueva, tener nuevos proyectos, etc., puede ayudar a abrir nuevos caminos. 

· Limpieza de redes: tener un momento para evaluar qué contenido consumimos puede hacer que nos demos cuenta de que gran parte de él sea insignificante y no nos aporte nada valioso. 

· Reducir el tiempo: debemos aprender a estar offline durante un periodo de tiempo más prolongado.

Aunque es un tema de rabiosa actualidad, debemos ser conscientes del peligro que conlleva la adicción a las redes puesto que su uso excesivo se ha normalizado en la sociedad hasta el punto en el que, difícilmente nos planteamos si es verdaderamente un problema o no. Si sientes, en cualquier caso, que necesitas compartir tus impresiones y comportamientos acerca de las redes, no dudes en ponerte en contacto con nosotrxs. 

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Soy Silvia Duran, psicóloga desde hace más de 10 años, y estoy especializada en ayudar a mis pacientes a solventar problemas.
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